Las infecciones de prótesis articulares se asocian con una morbilidad considerable, siendo el tratamiento de esta complicación un reto clínico y económico para los profesionales y los sistemas de salud. Habitualmente, el manejo de la infección de la prótesis articular implica cirugía y terapia antimicrobiana.

Las opciones quirúrgicas clásicas incluyen el intercambio de implantes en una o dos etapas, la artroplastia de resección (con o sin artrodesis) o el desbridamiento con retención del implante, con un porcentaje de fracaso del tratamiento que oscila entre el 11% y el 35% de los casos.

Un estudio publicado en la última edición de la revista NEJM presenta los resultados de un estudio en que se compararon los resultados del tratamiento antibiótico de seis o doce semanas, en pacientes con infecciones de prótesis articulares confirmadas desde el punto de vista microbiológico, que fueron tratados con procedimientos quirúrgicos estándar, para valorar la efectividad del tratamiento